Por Alberto Cuesta Ureña Seguro que más de una vez hemos descolgado nuestro teléfono y al otro lado se ha dirigido a nosotros una persona hablando muy rápido
Por Alberto Cuesta Ureña Seguro que más de una vez hemos descolgado nuestro teléfono y al otro lado se ha dirigido a nosotros una persona hablando muy rápido