La ética, la privacidad y el secreto profesional

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Por Romina Florencia Cabrera

Ya en mi anterior artículo relacionado con esta temática, “Ética, secreto profesional y protección de datos”,  he definido el alcance conceptual de la palabra; su relación con la técnica legislativa de redacción normativa en el Departamento Judicial de la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina; y su inclusión en la automatización de los procesos jurisdiccionales. La Infoética ha sido desarrollada hace años, especialmente por el recocido Profesor Dr.  Antonio A.  Martino.

En este breve desarrollo pretendo exponer las razones iusfilosóficas de porqué la protección de datos debe considerarse un pilar fundamental en la conducta de todo profesional, no solo del derecho, y sobre todo, un modo de vida para los seres humanos, que queremos alcanzar una paz interior y coexistencia con nuestros semejantes, ya que la vida en sociedad es el pilar para nuestro desarrollo personal y crecimiento, basado en el respeto a los demás, la tolerancia, el trabajo en conjunto y el aprendizaje entre todos los actores sociales que conforman la comunidad social; en esa interacción evoluciona un individuo.

Los derechos a la privacidad, intimidad, al honor, a la  libre asociación  y hasta equilibradamente con la libertad de expresión, son Derechos Humanos y Garantías Constitucionales.  La Comunidad Internacional, posee respeto universal por estas normas jurídicas, y su contenido y alcance debe ser interpretado y establecido como seguridad para el desarrollo del libre albedrío de sus miembros.

La ética, que surge del respeto a esas normas, instrumentos de todo estado de derecho  para lograr la gobernabilidad, debe analizarse de acuerdo al contexto en las cuales se vincula; y así verdaderamente lograr una administración de la justicia eficaz y eficiente, en las cuales los ideales del Derecho, como la igualdad, preferentemente estructural, la equidad, la seguridad, y fundamentalmente, la libertad, puedan desarrollarse plenamente en un modelo democrático e inclusivo, donde se integren a  todos los miembros de la comunidad.

La ética permite la elevación del individuo, adecuando su conducta a pilares y escala de valores, que a pesar del paso de los siglos, son inmutables,  ya que constituyen la esencia del bien. Al respetar la información personal de nuestros semejantes, respetamos sus derechos, y por ende, sus garantías constitucionales, y  sus Derechos Humanos, reconocidos por los tratados internacionales, y más aún, en los llamados datos sensibles, donde su conocimiento público pueda llevar a acciones discriminatorias o que menoscaben su integridad o su dignidad, a causa de terceras persona. Los datos sensibles, son : “aquellos datos personales que revelen origen racial o étnico, opiniones políticas, convicciones religiosas o morales, afiliación sindical, información referente a la salud o a la vida sexual o cualquier otro dato que pueda producir, por su naturaleza o su contexto, algún trato discriminatorio al titular de los datos. Estos datos están especialmente protegidos:

Los datos sensibles sólo pueden ser tratados cuando medien razones de interés general autorizadas por ley.[1]

En la era del entorno digital, la información impacta de una manera más rápida, a veces sorprendente, imprevisible, y con menores posibilidades de control por parte de los internautas. Por ello, los habitantes del ciberespacio[2], para lograr desarrollar nuestras potencialidades y disfrutar de la conexión en línea, debemos adaptarnos al nuevo paradigma que propone la conexión tecnológica, principalmente por el fenómeno de Internet, y tener en cuenta, que los individuos debemos adaptarnos a los cambios de la época en la cual nos toca vivir y transitar este breve paso por la historia, y adoptar normas de conducta y de redacción e interpretación de normas que responda y satisfagan a las demandas sociales. [3]

Ítalo Calvino[4], propone 6 enseñanzas para el nuevo milenio, relacionadas con la Informática: levedad, rapidez, exactitud, visibilidad (transmisibilidad del mensaje), multiplicidad (de causas) y las consistencia. Podemos lograr un adecuado desarrollo de la tecnología, cuidando las fuentes de información, de bases de datos tanto privadas como públicas, y con educación, en el auto tratamiento de los datos personales, y en la práctica ética en todos los momentos de la vida.

Apostemos a la ética, es el camino para lograr una mayor felicidad, comprensión y convivencia entre los seres humanos. Como expresaba Norberto Bobbio, lo mejor que nos llevamos de la vida son las relaciones que construimos con otras personas.


[1] Centro de Protección de Datos Personales. Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Habeas Data. Revista electrónica del Centro  de Protección de Datos Personales.

[2] Emilio Suñé Llinás, “Declaración de los Derechos  del Ciberespacio”.  Se establece la Garantía de Habeas Data , inviolabilidad y acceso a la información, eliminación de la brecha digital, dignidad de las personas  y Derechos Humanos en el ciberespacio, con procedimiento establecido.

[3]Antonio A. Martino.

[4] Antonio A. Martino, “6 enseñanzas para el nuevo milenio”.