¿Qué pasa con nuestras cuentas cuando morimos?

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Por Matías Jackson

¿Se puso alguna vez a pensar qué pasará con su cuenta de Facebook si a usted le pasa algo? Si nadie más tiene su contraseña, ¿Seguirá ésta abierta para siempre? ¿O podemos decidir su futuro de antemano?La muerte no es un tema de gran afinidad sobre el que nos guste pensar a menudo, y menos a la gente joven que utiliza los medios digitales como principal forma de comunicación, o mejor dicho, de vida.

Es incalculable la cantidad de información que depositamos en nuestros “espacios virtuales”. Tal como si fueran depósitos tipo garaje o diarios íntimos, vamos desperdigando por internet nuestros documentos, fotos, mensajes, correos, comentarios y un largo etcétera que cada uno sabrá rellenar. Esto constituye lo que se ha denominado “patrimonio digital“

Todo esto nos hace preguntarnos, ¿Qué pasa con todos esos datos una vez que dejamos este mundo? En el mundo “no virtual” sabemos que nuestras pertenencias pasarán al patrimonio de nuestros herederos, pero ¿pasará lo mismo con nuestros bienes digitales?

Para analizar este punto vamos a ver qué preven tres grandes servicios de internet, en los que probablemente todos tengamos una cuenta creada: Google, Facebook y Twitter.

Google

El buscador por excelencia, ha creado una herramienta llamada Gestor de cuentas inactivas que nos permite decidir varios aspectos relacionados con nuestros datos para cuando ya no estemos en este mundo.

Primero se debe establecer el tiempo que deberá pasar desde tu último ingreso a la cuenta Google para considerar una cuenta como inactiva. Luego, si pasado este tiempo no vuelves a ingresar en la cuenta, Google enviará un mensaje a los contactos que tú elijas para avisarles que no usarás más esa cuenta y finalmente la eliminará definitivamente (Si eliges esta opción).

Los datos de la cuenta serán eliminados tras 3, 6, 9 ó 12 meses de inactividad de la cuenta, dependiendo de lo que uno haya elegido.

Lo bueno del servicio es que, como Google está detrás de varios de los servicios web más utilizados (Gmail, Google+, Youtube, Blogger) bastará configurar esta herramienta para manifestar nuestra voluntad en todos estos demás sitios.

Si no hemos utilizado el Gestor, el proceso de solicitud a Google es un poco más complejo. La empresa analiza cada solicitud hasta decidir si dar de baja la cuenta o no.

Facebook

Probablemente nadie tenga más información sobre nosotros que el propio Facebook. Conoce nuestros gustos, nuestras conversaciones, nuestras fotos, nuestros amigos, nuestras parejas, nuestras ex-parejas, y muchos más. ¿Qué pasará con todos estos datos?

La red social de Mark Zuckerberg permite que nuestros familiares notifiquen el deceso enviando un testimonio de partida de defunción. Una vez que Facebook lo reconoce, nuestros parientes tienen dos opciones: 1) Eliminar nuestra cuenta, o 2) Crear una página conmemorativa, una especie de santuario virtual para que nuestros amigos cuelguen recuerdos o imágenes.

Para denunciar la cuenta de un familiar o conocido cercano fallecido debemos acceder al siguiente link.

Nosotros, en vida, podemos seleccionar quiénes serán los encargados de esta gestión virtual, aunque lamentablemente esta opción preventiva aún no está disponible en Uruguay.

Twitter

La red social del pajarito hace caducar las cuentas automáticamente a los 6 meses desde que estas se mantienen inactivas. Sin embargo, igualmente es posible contactar con la red social y gestionar la cuenta del fallecido si se acredita el vínculo de parentesco (mediante certificado notarial) y la defunción.

Otros servicios

Con la intención de brindar una experiencia más cómoda para el usuario, se han creado algunos servicios que ofrecen una solución integral: Los Testamentos Digitales. Es decir, permiten al usuario seleccionar de una lista, los servicios que utiliza y decidir qué pasará con ellos: cuáles se eliminarán definitivamente, cuáles pasaran a un familiar, y cuáles permitirán la descarga de los datos y luego se eliminarán.

Se designa una persona de confianza que notifica a estas páginas que el titular ha fallecido (previo envío de una partida de defunción) y luego ellos se encargan del resto del trabajo.

Muchos de estos nuevos servicios están a cargo de abogados o escribanos, quienes en conocimiento de las leyes aplicables y con el respaldo del secreto profesional aseguran la máxima discreción y una  rápida diligencia. Algunos ejemplos son:

Los problemas que ocasiona la vida digital con el advenimiento de la muerte irán en aumento a medida que nos volvemos más y más dependientes de la Red. Basta pensar en los monederos electrónicos para reflexionar en su futuro y la forma de que estos pasen a nuestros herederos.

Conviene conocer y hacer uso de estas herramientas para ahorrar más de un dolor de cabeza a nuestros familiares.