La importancia de la capacitación TIC en el perfil del jurista

abogacia_ticPor María González Moreno

El 2015 es un año que se va a caracterizar por la creciente demanda de especialistas en cumplimiento normativo en la utilización de tecnología para el tratamiento de información y datos de carácter personal. Del Congreso Internacional de Derecho Digital ENATIC 2014, que se celebró en el mes de febrero del pasado año, se extraía una conclusión principal, que este año cobra especial relevancia; la necesidad de la capacitación TIC en el perfil del jurista.

En la actualidad el uso de Internet y las tecnologías es una realidad social, que traslada a este entorno “digital” situaciones que anteriormente estaban reservadas al mundo “físico”; desde la contratación, compra de productos y prestación de servicios, hasta la comisión de ilícitos, pasando por otros aspectos críticos como la seguridad nacional a través de la denominada ciberseguridad.

Así el profesional del derecho en la actualidad, no sólo debe conocer y ser especialista de  las materias con las que trate en su día a día (societario, fiscal, laboral, penal, civil, familia,  etc…) sino además estar familiarizados con el medio en el que ahora se desarrollan dichas situaciones.

La capacitación TIC de los profesionales del derecho se ha vuelto pues una cuestión esencial para el desarrollo de sus actividades, si bien existe el profesional especialista en Derecho Tecnológico, todos los profesionales del mundo del derecho deben, en mayor o menor medida, tener conocimientos del uso de los medios tecnológicos, tanto para el desarrollo propio de su actividad, como para la gestión de sus asuntos profesionales.

Además, el profesional del derecho debe cooperar y colaborar, hoy más que nunca, con profesionales del ámbito técnico, tanto a la hora de entender y analizar un asunto en el que medie el uso de medios tecnológicos, como contar con peritos especializados que en sede judicial y de la mano del jurista trasladen al órgano jurisdiccional los aspectos más técnicos que también han de ser valorados a la hora de emitir una resolución o sentencia ante un determinado asunto.

En sede judicial es clave además todo lo relacionado con la prueba o la evidencia electrónica, que si bien la normativa ya reconoce su validez legal en tanto en cuanto cumpla determinados requisitos, la realidad es que en muchos casos, y debido al desconocimiento o la falta de capacitación TIC de dichos órganos y de los propios juristas, hacen que dichas evidencias y pruebas electrónicas no tengan la misma consideración, por falta de conocimiento, que las pruebas eminentemente físicas, y eso que en la mayoría de los casos, dichas pruebas y evidencias electrónicas aportan más información y valor a un asunto judicial que las propias pruebas físicas.

Es por tanto una realidad que los perfiles profesionales cada día se difuminan más, los profesionales del derecho cada día más tienen que entender y conocer la tecnología, y los profesionales técnicos tienen que conocer y entender el marco regulador en el que se mueven. Es por tanto necesario que el lenguaje jurídico y técnico se entienden, colaboren y cooperen en el día a día.

Por otro lado, además, como hemos visto en la prensa en los últimos días, el profesional del derecho con conocimientos tecnológicos es uno de los perfiles más demandados en la actualidad, debido, como ya hemos indicado, a la integración del mundo físico y digital también en los asuntos jurídicos y judiciales.

En palabras de Borja Adsuara, en su intervención durante el Congreso Internacional de Derecho Digital ENATIC 2014, “hasta ahora  a los Abogados TIC se les califica como “freakies”, pero “freak” es quien hoy en día no utiliza las tecnologías”.

Artículo publicado originriamente por la autora en el Blog de ECIJA 2.0 en Legal Today.